Siempre que se habla de desempeño deportivo o rendimiento en el deporte las personas se fijan en el resultado, marcado, pero pocas veces se habla de los valores.
No sé todavía la razón que hizo que me decantase por realizar una tesis doctoral que versaba sobre la educación en valores a niños y jóvenes a través del fútbol. Probablemente fuese por la educación de mis padres. Ellos incidían siempre en que lo más importante era ser buena persona y en tratar bien a la gente. Desde pequeños nos inculcaron a mi hermano y a mí los valores que han formado nuestra personalidad. También es posible que me interesase tanto el tema por mi profesor Javier Durán. Sus clases en el INEF de Madrid eran diferentes a las de otros profesores. Se hablaba de la importancia del deporte para transmitir valores positivos y cómo utilizarlo para educar, además de para divertirse, ser saludable u obtener rendimiento.
Nunca pude pensar que ese trabajo y ese conocimiento fuesen tan útiles para la vida. No sabía que los valores eran lo que configuraba la identidad de la persona y determinaba su felicidad.
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